domingo, 12 de enero de 2014

El Niño despeluchado

Aprovechando que hacía solete y casi nada de frío Papá se llevó al Duende al parque que hay debajo de la casa Okupa.

Cuando volvieron Papá me contó una cosa muy curiosa que había sucedido.

El caso es que entando en el parque el Duende se quitó el gorro y los niños que también estaban allí empezaron a señalarle y a preguntarle a sus mamás y a sus papás qué le pasaba a ese niño en el pelo

Papá incluso me contó que vio como algunos papis cuchicheaban entre ellos y miraban de reojillo.

Este tipo de cosas no me enfadan. Comprendo perfectamente que los niños sientan curiosidad e incluso veo normal que los padres comenten entre ellos...aunque podrían hacerlo con más disimulo (digo yo...que para eso son adultos).

Ahora mismo no es de extrañar que el pelo del Duende llame la atención, sobretodo porque está en ese punto despeluchado en el que hay calvas por aquí y por allá pero también hay trozos de pelo por aquí y por allá.



Le comenté a una amiga lo ocurrido y ella me contó de otro caso en el que algunos padres hasta habían apartado a los niños de ese niño "diferente" murmurando (pero en voz alta) cosas tan feas como: No te acerques a ver si te pega algo

Pues bien...eso sí que no, oiga. Eso está muy pero que muy feo.

Si me pasase algo por el estilo no sé cual será mi reacción. Suelo ser muy impulsiva pero así, en frío y a sabiendas puedo decir que no me molestaré , ni me enfadaré, ni me pondré rabiosa porque con padres que se comportan así los hijos sólo pueden ser otros borregos y no merece la pena que mi Duende se junte con ellos....ellos se lo pierden.

2 comentarios :

  1. Tienes mucha razón, es una pena, porque educándoles así lo único que consiguen es que cada vez haya más gente como ellos. ¡¡Pero si el que tiene que tener cuidado de que no le peguen nada es el Duende!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso lo sabemos tú y yo. En fin....en el mundo tiene que haber de todo, bueno y malo. Diversidad creo que lo llaman, jajaja

      Eliminar

Gracias por tus blablablas