Desde que me amordacé el cerebro he estado varias semanas disfrutando del relaxing totalis y claro...con tanto relax se me olvidó que tenía un blog donde voy contando como lleva el Duende su vida.
Los días de descanso nos hacían falta porque eso del estrés no sienta nada bien, la piel se pone fea, el pelo se encrespa y la mirada se atrofia....nada, nada, fus, fus. estrés caca.
Hemos decidido que en esta escalera que estamos subiendo lo mejor es cargarte de las cosas buenas y dejar las malas tiradas en el escalón en el que las encontramos.
Sé que estoy pecando de ingenua y tal vez de optimista pero creo que para hundirnos en la miseria hay tiempo de sobra y ahora lo que toca es ser feliz, cueste lo que cueste, porque si Papá y yo somos felices el Duende también lo será. Como siempre digo, lo que nosotros reflejemos es lo que veremos en los demás. Si esta idea no te queda clara juega al espejito espejito y pon una cara triste..¿Qué ves? Pues no hay más que hablar.
Lo sé, este post me ha quedado muy ñoño y a lo ñoño no le pueden faltar los corazoncitos, jajajaja....Como puedes ver yo misma me he convertido en uno; un corazón magnético al que se le pegan los corazoncitos de las buenas noticias y de las alegrías. Y es que en esta casa somos muy dados a las transformaciones mágicas, ya lo viste el día que nos convertimos en gatos y nos subimos al tejado a celebrar los 100 días desde el trasplante.
Así que hoy no puedo más que despedirme con un SE FELIZ (te lo ordeno)
Los días de descanso nos hacían falta porque eso del estrés no sienta nada bien, la piel se pone fea, el pelo se encrespa y la mirada se atrofia....nada, nada, fus, fus. estrés caca.
Hemos decidido que en esta escalera que estamos subiendo lo mejor es cargarte de las cosas buenas y dejar las malas tiradas en el escalón en el que las encontramos.
- Que nos dicen que el trasplante no está yendo del todo bien; No problem, subimos un peldaño y eso se queda ahí atrás, olvidado, o por lo menos sin prestarle atención, que como bien dice el dicho; No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
- Que en la siguiente revisión nos dan la noticia de que los corticoides han funcionado y el hígado vuelve a estar en perfecto estado: Nos abrazamos muy fuerte a esa revelación que tiene forma de corazón achuchable y somos felices a más no poder.
Sé que estoy pecando de ingenua y tal vez de optimista pero creo que para hundirnos en la miseria hay tiempo de sobra y ahora lo que toca es ser feliz, cueste lo que cueste, porque si Papá y yo somos felices el Duende también lo será. Como siempre digo, lo que nosotros reflejemos es lo que veremos en los demás. Si esta idea no te queda clara juega al espejito espejito y pon una cara triste..¿Qué ves? Pues no hay más que hablar.
Lo sé, este post me ha quedado muy ñoño y a lo ñoño no le pueden faltar los corazoncitos, jajajaja....Como puedes ver yo misma me he convertido en uno; un corazón magnético al que se le pegan los corazoncitos de las buenas noticias y de las alegrías. Y es que en esta casa somos muy dados a las transformaciones mágicas, ya lo viste el día que nos convertimos en gatos y nos subimos al tejado a celebrar los 100 días desde el trasplante.
Así que hoy no puedo más que despedirme con un SE FELIZ (te lo ordeno)