Lo primero que dijo el Duende cuando salimos del Hospital fue...
¡¡Qué frío!!
Con razón.
Cuando entramos en el hospital casi no había llegado el invierno y además allí dentro se estaba siempre tan calentito que las inclemencias del tiempo con las que nos deleitábamos desde la ventana no eran más que un mero entretenimiento...como la tele.
Ahora toca abrigarse
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Gracias por tus blablablas