domingo, 30 de marzo de 2014

12ª REVISIÓN

Ya está aquí, ya llegó la doceava revisión!!!
Le pongo énfasis porque pega, no por otra cosa.

No esperes fuegos artificiales, ni confetis de colores....esta revisión ha sido tan poco relevante como las últimas. Encogimiento de hombros y un pufff soltando mucho aire....me desinflo como un globo y me voy volando con el viento que ha vuelto trayendo un frío siberiano...bbrrrrrr (heladita estoy aquí debajo de la manta de la felicidad)

Que leeento es esto. Estoy agotada de andar a cámara lenta pero es lo que hay, no hay más remedio que aguantarse.

Y mientras yo camino mmuuuuyyy dessspaaaciiioooo el Duende lo hace muy muy muy deprisa, según él gracias al Ratoncito Pérez que le ha dado SÚPER PODERES!!

¡¡Mira mamá qué alto salto!! 
¡¡Mira mamá qué rápido corro!!
¡¡Mira mamá cómo trepo por el frigorífico para coger la gelatina sin que me veas!! (en este caso lo cacé de pleno con mi móvil)

El Ratoncito Pérez es casi casi tan guay como Dora (qué es la más guay del mundo mundial porque le dio su médula a mi Duende). Es tan guay que como nosotros también lo somos la alcaldesa de Cartagena nos llamó pidiéndonos un mega-favor que consistía, ¡nada más y nada menos! Que en permitir que los obreros magicosos nos instalaran una mini puerta que lleva directamente al castillo de Dientes donde vive el  Ratoncito Pérez. Si, si....así como te lo cuento.

(y ahora te hablo muy bajito, en un susurrito porque te voy a contar un secreto)
El Ratoncito ya está viejuno y esas caminatas tan tan largas que se daba cada noche ya no las hacía como antes, le costaba un montón. Científicos de todo el mundo mágico estudiaron la forma de ayudarle para facilitarle la ardua tarea de coger los dientes recién caídos de los niños de España y algunos países suramericanos hasta que por fin, ¡¡Eureka!! Dieron con la solución al problema. Y claro, como ya te puedes imaginar, esta solución son las Puertas al castillo colocadas estratégicamente en las casas más chachis pirulis de las ciudades. ¡¡Hurra hurra!!

Por si no lo sabías te cuento también que en el resto del mundo la que se encarga de la recolección de los dientes que dan leche es el Hada de los Dientes que tiene una multinacional con montón de ayudantes. Así que divagango un poquito en este tema se podría decir que el Ratoncito Pérez es un artesano de esos que hay que cuidar muy mucho porque te ofrece un servicio totalmente personalizado de tú a tú, con razón el pobrecito está tan cansado.

Menos mal que los científicos mágicos inventaron las puertas estas.

Tengo que confesar que al principio la puerta me daba mala espina, ¿y si se colaba por ella un trasgo, un trol diminuto de esos que tienen el pelo a lo afro y un diamante en el ombligo o cualquier otra cosa nada simpática? Pero no, por ahora no ha pasado nada de eso y encima, la suerte de tener una de las puertas es que, a veces, para compensarnos el Ratoncito Pérez nos deja regalitos, jijiji...más majo.

También, de vez en cuando, vemos la cola del ratoncito justo cuando vuelve a entrar porque es tan rápido que no nos da tiempo a más aunque, dicho sea de paso, el Duende asegura que más de una vez lo ha saludado e incluso le ha invitado a tomar un osito de gominola, tal vez por eso el ratoncito le deja siempre más regalos a él que a nadie.

Y COLORÍN ACALORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO
Lo de acalorado es gracias a la mantita, jijiji.

jueves, 27 de marzo de 2014

11º REVISIÓN

Que perezón me ha dado escribir estos días.
El jueves pasado en cuantito salimos del hospital fiummmmm nos montamos en la babosa y nos vinimos pitando y gritando como locos para nuestra Caracola de mar.

¿Para qué negarlo? No hay nada como estar en casita, el tiempo pasa mejor, todo es más divertido, el sol calienta más.

He decidido que aunque son muchos los kilómetros que nos separan (454 nada más y nada menos para ir y los mismos para volver, claro) nos los vamos a comer con patatas en cada una de las revisiones.

Ya no nos quedamos sin nuestra playita, ni sin nuestros paseos en busca de tesoros, ni sin las barbacoas deliciosas en casa de los amigos. Ya no nos vamos a separar de papá y vamos a visitar a la abuelita mucho muchísimo. ¡¡HE DICHO!!

Y si te estás preguntando qué fue lo que pasó en la undécima revisión la respuesta respuestosa es que no pasó nada del otro mundo. Los resultados de la quimera no estaban igual que tampoco estaban los de inmunología. Las analíticas eran buenas y también lo eran las pruebitas del corazón y las de la rodilla.

No me enrollo más que la Babosa está lista para emprender el viaje y se irrita si la hacemos esperar. Que conste que para compensarla por tantas idas y venidas le hemos lubricado todavía más la baba, le hemos comprado un bote gigante de las hierbas que más le gustan y por si fuera poco le hemos comprado unas gafas chulísimas para que el sol no le moleste si le da de frente. Hay que tenerla contenta para que no de problemas.

viernes, 14 de marzo de 2014

10ª REVISIÓN y +100

Ojalá esto tuviera sonidos porque empezaría el post con una pedorreta de esas que ahora no para de hacer el Duende y que yo no paro de intentar que no haga.

He buscado en internet cual es la onomatopeya de una pedorreta y esta es la respuesta: Prrrrrrrrrrr

Así que para resumir la revisión de ayer voy a decir....Prrrrrrrrrrrrrrrrr

No porque haya ido mal...Nooo. Y tampoco porque haya ido bien, que tampoco. Simplemente porque ha ido, normal.

Lo cierto es que aunque tengo mucho que contar tengo poco que decir.

Resumen rápido obviando la pedorreta.
Miércoles
  • Revisión en reumatología. Deciden darme cita para hacerle una infiltración al Duende al día siguiente aprovechando que tenemos que ir.
Jueves
  • Cita en el hospital de día para hacerle la infiltración al Duende. Lo duermen y me echan del quirófano. 22 minutos, todo genial. Aprovechan que está dormidito para pincharle y sacarle toda la sangre que necesitan para las analíticas de reumatología, hemato-oncología e inmonología.
  • Corriendo vamos a Inmunología donde le van a hacer al Duende el estudio. Allí nos entrevistan y nos comunican que somos tan especiales que la enfermedad genética que yo le he pasado al Duende es una mutación única en el mundo. Profesor X aquí estamos.
  • Pasamos por hemato-oncología donde nos dan los resultados analíticos (bien) y de la quimera (regular)
  • El Duende quiere hacer pipí y SORPRESA, al bajarle el pantalón se ve el vendaje de la rodilla. Muy seguro él me dice que ha sido el Ratoncito Pérez (me lo como, me lo como, me lo como). Por supuestísimo, le doy la razón. 
  • Venga, vamos que llegamos tarde a cardiología. Allí le hacen al Duende un ecocardiograma que nos deja ver y oír su precioso corazón. (ohhhh!! exclamación enternecedora)
  • Terminamos la visita volviendo a reumatología donde nos vuelven a citar para otro día. 
  • FIN
Prrrrrrrrr (me estoy aficionando a las pedorretas)

Ya me da igual que la quimera esté empeorando, me da igual que seamos TAN especiales y me da igual todo porque lo que me importa es que mi Duende es super feliz (como siempre, vamos).

Por eso lo que de verdad quiero contarte es que gracias a Wonder C. (la doctora del Duende a la que le voy a poner un altar en la luna (algún día te hablaré de ella)) me ha hecho darme cuenta de que hoy ya estamos en el día +100 desde el trasplante y que, dentro de lo malo, todo va estupendamente.

Por eso hoy nos hemos transformado en gatos y hemos subido al tejado de la casa del vecino a contar las 100 nubes que llenaban el cielo, a disfrutar del calorcito de los 100 rayos de sol y a dejar volar ese globo con el número 100 mientras reíamos también 100 veces y nos dábamos 100 besos gatunos y mimosos.



Todavía tengo que practicar un poco eso de las transformaciones porque las pintas que me salen no son muy normales que digamos y en cuanto hemos terminado directicos pa casa que nos hemos ido para no asustar a nadie.

Gracias a todos por estar ahí, gracias Miguel por tus palabras de ánimo, gracias amigas por vuestra alegría y magia unicorniana (wiiiiiiiiii), gracias a l@s de siempre por lo de siempre, gracias Papá por ser tan maravilloso, gracias Wonder C por ser tan wonder, gracias familia por ser tan únicos y perfectos (y eso que no tenéis nuestra mutación). ¡¡GRACIAS!!

100 pensamientos felices para todos....ya vamos a por los 1000

lunes, 10 de marzo de 2014

PILLA TURNO

Se acabó la bajonitis.
Ya tengo mi turno para ser feliz, más todavía.

El otro día cuando salía del hospital vi el dispensador y, cosa rara, no había cola así que ni corta ni perezosa di tres saltitos, una voltereta con levantamiento de brazos triunfal al terminarla y sacada de lengua. Luego estornudé dos veces (de mentira), y cogí el papelito con el número pasando el brazo por detrás de la cabeza.

Esas son las reglas, hay que hacer las cosas bien, el que quiere coger turno se lo tiene que currar y si te ríes porque te da vergüenza es que ya estás cerca. 


El dispensador de felicidad me recuerda mucho a esos papelitos que a veces cuelgan de las farolas que te invitan a llevarte una sonrisa. A mi con sólo ver esos mensajes ya se me ilumina la cara y no necesito rasgar el papel para llevarme el premio (la carita sonriente)

Creo que tener dispensadores de felicidad en las ciudades ayudaría mucho a las personas. Está claro que esto sería un placebo pero ya esta más que probado que el efecto placebo funciona igual que también lo hace el nocebo (pero de este prefiero no hablar porque es caca de la vaca)

Así que ya sabes...Antes de que la bajonitis se haga crónica...

Tres saltitos
Voltereta hacia delante levantando los brazos victoriosos al cielo
Saca la lengua.
Dos Achiiis
Coge el papelito con el número pasando el brazo por detrás de la cabeza. 
La felicidad está en tu mano

No importa el número que te toque, lo que importa es que ya lo tienes y con eso es suficiente porque si no quisieras ser feliz no te habrías molestado en cogerlo.  

PD: Cuentan los sabios del poblado de Duendes que aunque no veas el dispensador no pasa nada porque al efectuar los pasos aparece por el arte de la magia de vergoncitis que da risa.

miércoles, 5 de marzo de 2014

9ª Revisión

Tengo dos noticias.
Una es mala y la otra es mala....¿por cuál empiezo?

Por la mala, clarísimo.

La primera está unida al hecho de que al Duende le han vuelto los dolores de las piernas. Tiene tantos dolores que casi no puede ni andar. Al principio pensé que podían ser agujetas por tanta actividad que hemos tenido en casa pero la Doctora Reumatóloga me ha sacado de mi error....de agujetas nada, lo que tiene el Duende es artritis bilateral (por eso de que la tiene en ambas piernas). Ahora sólo hay que esperar a ver si es una artritis pasajera o viene a quedarse....aaarrrrrgggggggg. Éramos pocos y parió la abuela


Venga y después de la mala noticia queda la otra.
Esta va sobre la quimera...Los Cacafutis siguen ganando terreno, ya están al 26% (más arrrgggggggs). El Súper Doctor dice que esto son cosas que pasan y que, por suerte, en el caso del Duende que haya una quimera mixta no es tan grave porque su enfermedad le permite convivir con ambas médulas siempre y cuando una supla las deficiencia de la otra. También me ha dicho que no me preocupe y yo estoy empeñada en no llevarle la contraria.

La semana que viene tenemos cita, además de para la típica Revisión y para controlarle al Duende lo de la artritis, también para que le hagan un estudio inmunológico donde se verá si esta convivencia es posible y la médula nueva está fabricando lo que los Cacafutis pasaban de hacer.

Tengo que confesar que llevo unos cuantos días un poco plof. Creo que todo iba tan prefecto que, en cierto modo, me confié y esperaba que siguiera así. A veces hay piedras que intentan frenar nuestro paso pero con darles una patada las apartamos y punto. Ahora me siento mucho mejor porque, dentro de lo malo, mi Duende está estupendamente y eso es todo lo que deseo.

Estoy segura de que la semana que viene todo serán buenas noticias porque ya nos vuelve a tocar el turno.

lunes, 3 de marzo de 2014

Curiosidades de las minis vacaciones en CASA

Que raro se nos ha hecho estar de nuevo en nuestra casa. Que raro y que rapidísimo han pasado los días. Parece mentira que ya sea lunes y que mañana, otra vez, tengamos que montarnos en la babosa rumbo a la caracola de ciudad que está tan tan lejos de aquí.

Hago un inciso para patalear un poquitín.
NO QUIERO, NO QUIEROOOOO, JOOOOOOO.....(me agarro muy muy fuerte a la pierna de Papá) NO QUIEROOOOOO, NO QUIERO IR. Estoy muy a gustito en mi casa, no me quiero ir. 

Uff, que duro es, ahora me arrepiento un poco de haber venido. No me había dado cuenta de cuanto, cuantísimo echábamos de menos nuestra casa. Al final va a ser cierto eso de "Ojos que no ven corazón que no siente"
Bueno, ya, me repongo, me pongo tiesa y me estiro la ropa.

En fin....que se nos ha hecho raro estar de vuelta.

El primer día estuve mirando todas nuestras cosas. MI CAAASAAA (leerse a lo ET), todo sigue igual y al mismo tiempo es tan distinto.

¿Cuanto hace que nos fuimos? ¿¿Cuatro meses ya?? Que raro, estando aquí se me hacen años.

No hemos parado de hacer cosas, de ir a sitios, de ver a amigos. Hemos retomado nuestra vida aquí con una facilidad pasmosa.
Hemos celebrado el Carnaval, hemos visitado a la abuelita y hemos estado de cenas en casa de nuestros amigos. Todo muy normal exceptuando el hecho de que no hemos tenido contacto alguno con niños....todavía no me atrevo, poco a poco.

Pero lo más relevante de estos días ha sido la aparición de la palabra MIEDO en el vocabulario del Duende.

Ahora tiene miedo a cosas que antes no tenía.
Miedo a las escaleras de casa que subía y bajaba desde que tenía cinco meses. Miedo a la moto de plástico con la que se pegaba unos carrerones a toda velocidad bajando cuestas empinadísimas. Miedo a dormir solo (esto no me parece tan raro porque desde noviembre no ha dormido solo ni un día). Miedo a que cerremos la puerta de su habitación, cuando desde siempre la hemos cerrado.

Puede que todos estos MIEDOS estén justificados pero aun así nos llaman mucho la atención porque Papá y yo no somos padres de asustar. Bueno vale....desde que era muy pequeño nos escondíamos y le llamábamos para darle sustos. Pero eran para hacerle reír, cosa que siempre conseguíamos. Además, a él le encantaban y siguen encantándole.

Seguramente estas cosillas a las que ahora tiene miedo se le pasen cuando volvamos definitivamente a casa. Espero que ese día llegue pronto porque yo también estoy empezando a tener un poco de miedo, aunque en mi caso es otro tipo de miedo, un miedo que no me atrevo a decir con palabras y que dejo bien guardado en el fondo de mi cerebro. Arrinconadito como a mi me gusta. 

Eso sí, el Duende está feliz como una perdiz en casa y no para de decir con su lengua de trapo que le gusta más estar en Cartagena que en Madrid.
 A ver como se toma mañana la noticia de que volvemos a Madrid. Menos mal que me dejé allí la mayor parte de sus juguetes.