¿Pero qué es lo que está pasando aquí?
Desde el mismo instante en que nos cambiaron de habitación (maldito germen) comenzamos a ver ciertas similitudes, casi repeticiones de lo que ya habíamos vivido en el otro trasplante.
La primera repetición: la habitación 615, acompañada de la persiana rota (ja ja ja) y ahora.....otra vez el Hickman.
Sí, ayer CASI le arranco el Hickman a mi peque y cuando digo casi me refiero a que, gracias gracias, no se salió del todo y, por ahora, funciona.
En todo este "Déjà vécu del mal" hay diminutas variaciones tales como que la otra vez empezamos el trasplante directamente en la 615 y lo terminamos en la 616 mientras que en esta hemos empezado en la 616 y ahora estamos en la 615 aunque espero que nos cambien algún día.
En el primer trasplante la persiana se rompió estando nosotros ya un tiempo en la habitación y además se quedó completamente cerrada. En esta ocasión la persiana ya estaba rota pero unas cuantas tablillas entreabiertas nos permiten ver de refilón el mundo de fuera.
La vez anterior el hickman se arrancó por completo siendo Papá el que estaba con el Duende cuando lo sacaba de la cama para ir al baño. En ésta, el hickman se ha salido un poco pero sigue funcionando y ocurrió cuando YO sacaba al Duende del baño para llevarlo a la cama.
El año pasado fue Papá el que se comió el agobio de sentirse culpable de que pasara esto y ahora soy yo la que está llorando cada dos por tres sintiéndome como un monstruo devorador de bebes.
La única coincidencia absoluta de toda esta historia es que, como la otra vez, los cirujanos están muy ocupados y no pueden atender al Duende hasta que encuentren un hueco. Porque sí, el hickman no se ha salido del todo pero conviene que le echen un ojo y se aseguren de que está bien colocado además de que le den un puntito para que no se mueva en el caso de que no decidan quitárselo y volver a ponerle el arrow (la vía de la yugular).
Estoy harta de que nos ocurran esta serie de sucesos que podrían ser totalmente evitables y que, para colmo, provocan que el proceso del trasplante se nos haga más cuesta arriba.
Por suerte el Duende no pierde el buen humor y tampoco el apetito y eso, quieras que no, siempre es un consuelo. Lo más asombroso de todo esto es que es él el que nos anima a nosotros en vez de ser al contrario.
Ayer, después de que ocurriera lo del hickman le pedí perdón y le dije que lo sentía muchísimo, a lo que él me contestó: No pasa nada mamá, ha sido sin querer.
Si es que no se puede ser más perfecto.
*23:49 Un solo cirujano de guardia (GENIAL), un montón de tropiezos.....tralará el HICKMAN definitivamente FUERA con el consiguiente martirio de pincha y re-pincha durante más de dos horas intentando ponerle al peque una vía nueva para pasar la medicación que no puede pasar por el portacath.
Lo bueno es que al final lo han conseguido y el Duende ha terminado con una sonrisa grandota, una mano inmovilizada con la nueva vía y un zumito de piña.
Los niños son mil veces más fuertes que los adultos y que David el gnomo.
MAÑANA MÁS
Desde el mismo instante en que nos cambiaron de habitación (maldito germen) comenzamos a ver ciertas similitudes, casi repeticiones de lo que ya habíamos vivido en el otro trasplante.
La primera repetición: la habitación 615, acompañada de la persiana rota (ja ja ja) y ahora.....otra vez el Hickman.
Sí, ayer CASI le arranco el Hickman a mi peque y cuando digo casi me refiero a que, gracias gracias, no se salió del todo y, por ahora, funciona.
En todo este "Déjà vécu del mal" hay diminutas variaciones tales como que la otra vez empezamos el trasplante directamente en la 615 y lo terminamos en la 616 mientras que en esta hemos empezado en la 616 y ahora estamos en la 615 aunque espero que nos cambien algún día.
En el primer trasplante la persiana se rompió estando nosotros ya un tiempo en la habitación y además se quedó completamente cerrada. En esta ocasión la persiana ya estaba rota pero unas cuantas tablillas entreabiertas nos permiten ver de refilón el mundo de fuera.
La vez anterior el hickman se arrancó por completo siendo Papá el que estaba con el Duende cuando lo sacaba de la cama para ir al baño. En ésta, el hickman se ha salido un poco pero sigue funcionando y ocurrió cuando YO sacaba al Duende del baño para llevarlo a la cama.
El año pasado fue Papá el que se comió el agobio de sentirse culpable de que pasara esto y ahora soy yo la que está llorando cada dos por tres sintiéndome como un monstruo devorador de bebes.
La única coincidencia absoluta de toda esta historia es que, como la otra vez, los cirujanos están muy ocupados y no pueden atender al Duende hasta que encuentren un hueco. Porque sí, el hickman no se ha salido del todo pero conviene que le echen un ojo y se aseguren de que está bien colocado además de que le den un puntito para que no se mueva en el caso de que no decidan quitárselo y volver a ponerle el arrow (la vía de la yugular).
Estoy harta de que nos ocurran esta serie de sucesos que podrían ser totalmente evitables y que, para colmo, provocan que el proceso del trasplante se nos haga más cuesta arriba.
Por suerte el Duende no pierde el buen humor y tampoco el apetito y eso, quieras que no, siempre es un consuelo. Lo más asombroso de todo esto es que es él el que nos anima a nosotros en vez de ser al contrario.
Ayer, después de que ocurriera lo del hickman le pedí perdón y le dije que lo sentía muchísimo, a lo que él me contestó: No pasa nada mamá, ha sido sin querer.
Si es que no se puede ser más perfecto.
*23:49 Un solo cirujano de guardia (GENIAL), un montón de tropiezos.....tralará el HICKMAN definitivamente FUERA con el consiguiente martirio de pincha y re-pincha durante más de dos horas intentando ponerle al peque una vía nueva para pasar la medicación que no puede pasar por el portacath.
Lo bueno es que al final lo han conseguido y el Duende ha terminado con una sonrisa grandota, una mano inmovilizada con la nueva vía y un zumito de piña.
Los niños son mil veces más fuertes que los adultos y que David el gnomo.
MAÑANA MÁS
Nada podrá contigo.... ni persianas, ni la 615, ni el hickman ese. El duende es un máquina y esta es la buena y verdadera. Solo aguantar un poco más. Un beso enorme.
ResponderEliminarSonia tienes toda la razón, nada podrá ni conmigo ni con el Duende pero...joooooo...todas estas minuncias se van haciendo bola y ya me veo como la Miley Cyrus subida en ella y estrellándome contra un muro.
EliminarMuchas gracias guapa.
Como que no se puede ser más perfecto? Qué esperabas con esa súper mami que tiene??
ResponderEliminarEste niño es un campeón y va a superar lo que le echen!!!
Llenaos de paciencia (pedidla con el desayuno) porque no os queda otra y porque ahora mismo hay que tenerla y mucho con el tema hospital. No sé si es cosa de los recortes pero las cosas van muuuuy lentas.
Pero pasito a pasito... Nosotros os enviamos desde "ahí fuera" toda la energía positiva que podamos. Seguro que algo os llega.
Besotes!!!!
Una cosa es que vayan muuuu lentas y otra que no vayan sinmás. Pero tienes razón, tenemos que llenarnos de paciencia o mejor dicho PAPOMPA que así es como lo llama el Duende porque dice que suela mejor y no pienso contradecirle porque tiene toda la razón...igual que tú.
EliminarMuchos besotes
Yeah! Me gusta PAPOMPA!!
EliminarLo vamos a poner de moda, jajaja
EliminarAnimo chicos!!! Vais a poder con todo, un besazo enorme!!!
ResponderEliminarGracias guapisíiiisisisisisima
EliminarUn besico para los tres ese duende sabe mucho.Es muy chico pero a la vez muy grande
ResponderEliminarDe parte de los 4 jesus mary andrea y celia
EliminarGracias Mary, eres genialosa!!
EliminarÁnimo que todo va a salir bien, y no os obsesiones es lo peor.
ResponderEliminarUn beso enorme y sobre todo al superduende. Tenemos mucho que aprender de estos duendecillos.
Un abrazo.
Las obsesiones son malíiiiiisimas, si ya lo sé yo, pero a veces no puedes evitar que tus demonios te ataquen de improviso y esto es lo que nos ha pasado ahora. Pero don´t worry que igual que vienen se van y si no se quieren ir ya nos encargamos nosotros de llamar a los cazademonios para que les den una buena tunda.
EliminarSi los peques son mil veces mejores q los adultos, ellos siempre ven el lado bueno de todo. Animo y veréis como todo ira mejor de lo que parece.
ResponderEliminarClaro que sí Gemma!! Enseguida recobramos el buen humor.
EliminarBesotes
Sies mi primo es un amor. Paciencia y ánimo que va a salir todo genial un fuerte besazoo para todos
ResponderEliminarGracias Mónica.
EliminarMuchos besos
Ánimo ...las coincidencias no existen...todo pasa x algo; xq? Pues no lo se, la verdad; pero siendo tan optimistas como sois y tan buena gnte x algo bueno seguro q pasan...un bso!♡
ResponderEliminarLola eres más optimista que yo y eso que pensaba que estaba en lo alto del podio.
EliminarMuchas gracias guapa, eres un amor!!
D nada...
EliminarNo me extraña que el Duende sea mágico y perfecto, si es que seguro que tiene a quien parecerse: a sus papis! Seguro que pronto os arreglan la persiana, exterminan al gérmen de la otra habitación y en un pis pas esto se pasa. Ánimo y a sefuir con ese buen humor! Besos
ResponderEliminarSeguro que sí y si no algo haremos nosotros para arreglar todos estos bachecitos. Cemento y paleta y en un plis está todo listo.
EliminarBesos
Podría ponerme aquí a "depotricar" de muchas cosas, pero tú no necesitas eso, tú necesitas ánimos, y buen humor, y alegría, y energía positiva. La suerte que tienes es que todo eso lo tiene el DUENDE, que es el ser más FUERTE y MARAVILLOSO del mundo mundial y vosotros sois tan afortunados que os ha tocado ser sus padres.
ResponderEliminar¡¡Vamos guapa!! Contágiate de la magia de Duende.
Besazos y abrazos a porrillo.
Oye, si despotricas un poco no me voy a enfadar eh. Pero sí, estás en lo cierto, echar más leña al fuego no sirve de mucho salvo para impedir que el fuego no se apague y ahora mismo estoy deseando que estos días pasen y volvamos a tener la calma del principio.
EliminarMuchos besitos Irene, a tu peque, a tu pequeña lentejita y a ti.
Animo.. un divino tu duende que se toma todo con tan buen humor.. que siga contento con sus zumitos de piña.. ya todo esto pasará, vas a ver que será solo una pesadilla del pasado..
ResponderEliminarabrazos..
Creo que no estaría de más resaltar la buenísima labor que hacen día a día los/as profesionales de la sexta planta, y no sólo los fallos del sistema ajenos a dicho personal. Muchos de nuestros hijos salen adelante gracias a sus cuidados, cariño y profesionalidad, cosa que no veo mencionar en tu blog. Existe ese gran equipo desde los celadores hasta los médicos que hacen que cada día insufrible de nuestros niños en la planta, sea un poco más llevadero y menos gravoso, que se llevan tus penas a casa cuando dejan la planta y comparten con sus familiares y amigos. Un homenaje en nombre de todos ellos.
ResponderEliminarTienes toda la razón y de hecho creo que en más de una ocasión (a lo largo del blog) he admirado su buena labor. No sé quien eres y no sé cómo dirigirme a ti pues no has dejado tu nombre pero si te hubieras dado un paseo por el blog, como dices, habrías leído más alabanzas que críticas.
EliminarNo obstante, por si no te has dado cuenta, este es un blog relacionado con las vivencias de mi hijo y creo que, además de contar las miles de situaciones buenas que vive también me veo y necesito contar las malas.
Si te he ofendido en algo discúlpame pues no era mi intención.
SALUDOS PERSONA ANÓNIMA.
Contarle a esta persona anónima que no es ni justo ni verdad lo que ha escrito. Entiendo que pueda ser tu opinión si solo has leído este post o alguno más suelto, pero te voy a contar que la persona que escribe este blog es consciente y siempre ha resaltado el gran trabajo de todos los equipos de fabulosos profesionales que se han cruzado por este duro camino por el que están pasando junto a su hijo pequeño. No creo que tengamos derecho a pedirle que sean las 24h del día ni educados, ni bellas personas sonriendo por los pasillos. Son personas como tu y como yo, son personas que sufren cuando ven sufrir a su hijo y son personas que un día estallan, otro lloran y otros muchos agradecen, porq te juro que lo hacen.
EliminarEs más, si estás por la sexta planta, párala y habla con ella, veras que es una bellísima persona, y ella te podrá contar que tiene días buenos y días malos, pero que aun con todo, aun con todo eso, agradece en los más profundo de su alma todo lo que hacen todos esos maravillosos profesionales por su hijo y por ellos. Y lo ha hecho así desde hace ya bastante que empezó todo esto. Todo esto no empezó en la sexta planta, ni los primeros fueron los de la sexta planta. Deberías de ver todos los carteles informativos que hizo en el primer hospital para todos los niños.
En serio, te invito a que la conozcas mejor. Cambiará tu opinión.
Y no vengo a contártelo en plan Soy Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre prepárate para morir... no, ni mucho menos, vengo a contártelo como amiga suya que soy.
Marisol Gómez.