martes, 26 de noviembre de 2013

Consentimientos

¿Cómo se te queda el cuerpo después de leer un montón de folios donde, basicamente, redactan las mil y una posibilidades que hay de que algo salga mal y tu duende se.....muera?
Pues mal. Está claro.
Te quedas hecho polvo.

Vale, lo tienen que poner. Te tienen que advertir de todo. De lo bueno y de lo malo pero jooo....es chungo. Es muy chungo.

Empiezas a pensar y pensar....Si lo ponen, es porque ya ha pasado. ¿Cuantas veces? ¿A quien? ¿Hace mucho? ......y luego llega la peor de las preguntas. ¿Le pasará a mi Duende?

Es chungo....porque como ya he dicho empiezas a pensar, a darle vueltas al coco y a mi pensar no me gusta, prefiero vivir en la inopia, en la indiferencia, en la ignorancia de la seguridad que mi manta me aporta. Calentita, arropadita, feliz.

Y ahí estaba yo, con los folios en una mano y la manta en la otra...bien agarrada, ¡que no se me escape por dios! Mi mantita feliz...mi duendecillo mágico que va a tener que pasar por tanto dolor.

Me voy al baño, me quito la manta un segundín y vuelvo.

Pensé en huir.
Coger a mi duendecillo en brazos y salir corriendo; ¿Piernas para que os quiero?
Si mi niño no sale de casa estará bien, si mi niño no se pone malito estará bien.....pero eso no es vida, ¿no?

FIRMÉ....¿tenia otra opción?

2 comentarios :

  1. Pues claro que no tenías otra opción y ves, al final todo salió bien. Me alegro de que lo cuentes por aquí para que otros papás, hermanos, abuelos, tíos y amigos que alguna vez pasen por lo mismo puedan ver que no están solos y que la vida a veces también da muy buenas noticias.

    ResponderEliminar

Gracias por tus blablablas