Se acabó la bajonitis.
Ya tengo mi turno para ser feliz, más todavía.
El otro día cuando salía del hospital vi el dispensador y, cosa rara, no había cola así que ni corta ni perezosa di tres saltitos, una voltereta con levantamiento de brazos triunfal al terminarla y sacada de lengua. Luego estornudé dos veces (de mentira), y cogí el papelito con el número pasando el brazo por detrás de la cabeza.
Esas son las reglas, hay que hacer las cosas bien, el que quiere coger turno se lo tiene que currar y si te ríes porque te da vergüenza es que ya estás cerca.
El dispensador de felicidad me recuerda mucho a esos papelitos que a veces cuelgan de las farolas que te invitan a llevarte una sonrisa. A mi con sólo ver esos mensajes ya se me ilumina la cara y no necesito rasgar el papel para llevarme el premio (la carita sonriente)
Creo que tener dispensadores de felicidad en las ciudades ayudaría mucho a las personas. Está claro que esto sería un placebo pero ya esta más que probado que el efecto placebo funciona igual que también lo hace el nocebo (pero de este prefiero no hablar porque es caca de la vaca)
Así que ya sabes...Antes de que la bajonitis se haga crónica...
No importa el número que te toque, lo que importa es que ya lo tienes y con eso es suficiente porque si no quisieras ser feliz no te habrías molestado en cogerlo.
PD: Cuentan los sabios del poblado de Duendes que aunque no veas el dispensador no pasa nada porque al efectuar los pasos aparece por el arte de la magia de vergoncitis que da risa.
Ya tengo mi turno para ser feliz, más todavía.
El otro día cuando salía del hospital vi el dispensador y, cosa rara, no había cola así que ni corta ni perezosa di tres saltitos, una voltereta con levantamiento de brazos triunfal al terminarla y sacada de lengua. Luego estornudé dos veces (de mentira), y cogí el papelito con el número pasando el brazo por detrás de la cabeza.
Esas son las reglas, hay que hacer las cosas bien, el que quiere coger turno se lo tiene que currar y si te ríes porque te da vergüenza es que ya estás cerca.
El dispensador de felicidad me recuerda mucho a esos papelitos que a veces cuelgan de las farolas que te invitan a llevarte una sonrisa. A mi con sólo ver esos mensajes ya se me ilumina la cara y no necesito rasgar el papel para llevarme el premio (la carita sonriente)
Creo que tener dispensadores de felicidad en las ciudades ayudaría mucho a las personas. Está claro que esto sería un placebo pero ya esta más que probado que el efecto placebo funciona igual que también lo hace el nocebo (pero de este prefiero no hablar porque es caca de la vaca)
Así que ya sabes...Antes de que la bajonitis se haga crónica...
Tres saltitos
Voltereta hacia delante levantando los brazos victoriosos al cielo
Saca la lengua.
Dos Achiiis
Coge el papelito con el número pasando el brazo por detrás de la cabeza.
La felicidad está en tu mano
PD: Cuentan los sabios del poblado de Duendes que aunque no veas el dispensador no pasa nada porque al efectuar los pasos aparece por el arte de la magia de vergoncitis que da risa.
Gracias por recordárnoslo, q a veces vamos con nuestra nube gris y no nos damos cuenta de coger el numerito. Seguro q te llega el turno pronto, q las personas como tu deberían tener enchufe y colarse. Besitos
ResponderEliminarPues ya sabes, quítate la nube de encima y pilla turno.
EliminarY de colarse nada, odio cuando la gente lo hace....grrrrrrrrr
y esa felicidad es contagiosa! ^_______^
ResponderEliminarSi, son como los bostezos
EliminarQué bonito, me encanta que nos cuentes éstas cosas tan locas y divertidas, las que no hacemos nunca por "el qué dirán" de las narices!!!! Mil gracias
ResponderEliminarNada de "el qué dirán" que les den a todos los que tienen algo que decir. HAZLO y ya está
EliminarFlor, llevaba varios días sin leer el blog, creo que quizá por miedo a encontrarme con la realidad de las malas noticias, ya sabes, yo no soy como Vireta o como tú, yo soy muy llorona y cuando lloro lloro por los dos ojos. Pero suerte que he entrado y he leído este post tan maravilloso, espero que el turno pase pronto y no tengas que esperar ni un minuto más. Te quiero!!
ResponderEliminarjijijijiiji....no hace falta que me digas lo llorona que eres porque ya lo sé. Recuerdo cuando me dijiste que tenías este blog para mi y se te saltaron las lágrimas....si es que eres muy pequeña Santy mía y a la vez muy muy muy grande. Yo también te quiero, ya lo sabes (aunque me cueste decirlo porque soy una rancia untada en pan duro)
EliminarEspero que te toque poca espera y tu número llegue pronto, que os lo merecéis!! Esa quimera a tope mañana!!
ResponderEliminarYo cojo también número, a ver si hay suerte
Un beso guapa
Quimerita caca, pero niño y mamá felices. Para todo lo demás....que llamen a otro.
Eliminarvooooyyyy, ¡¡es mi turno!!
ResponderEliminarSoy mala con las volteretas, pero si la recompensa es la felicidad, el esfuerzo merecerá la pena.
Besazos.
Seguro que te sale estupendamente. Alehop!!
EliminarPues no hay dispensador pero en Instagram te voy a dejar yo una cosa; ale!! ^^
ResponderEliminarQue guay!! Voy a ver
EliminarFunciona!!! Te he hecho caso y vaya que si funciona. Una abuela me ha mirado fatal y un bus casi me lleva por delante pero me he ido con mi ración de felicidad y oye que he empezado a ver la de cosas que nos rodean y que me hacen sonreír. La sonrisa de un niño, la ilusión de las personas que están montando las fallas, el tozo de bizcocho que me ha regalado la panadera de debajo de casa... cosas a las que por circunstancias de la vida no hacía mucho caso y que hoy me he dado cuenta de que son trocitos de felicidad.
ResponderEliminarAsí que gracias por una entrada tan estupenda. Casi, casi como tú!
Besotes!!
YUPIIII!!
EliminarNena, la próxima vez mira bien de no hacerlo en medio de la calle.
Que maja tu panadera dándote un trocito de bizcocho.
Besotes también para ti.
Hola Carol! me acabo de leer el blog de un tirón!, un beso fuerte a ti y al Duende
ResponderEliminarHola Rosa...espero que te haya gustado.
EliminarMuchos besos
Saco un numerito entonces!! Lindo dispensador...
ResponderEliminarBesos para vos y tu duende, que tengan bonito fin de semana.